Respetar no significa tener la misma opinión, dar la razón, condicionar la propia libertad de expresión o limitar el ejercicio de la ciudadanía activa. Respetar a otras personas significa tomarlas en consideración como tales. Es una cuestión de valores y de convivencia, debe ser un compromiso individual y colectivo.
En la Red tenemos la oportunidad inevitable de encontrar personas e informaciones de todo tipo y, por lo tanto, distintas e incluso contrarias a nuestros valores, opiniones o preferencias. Se hace preciso desarrollar la capacidad de ejercer la libertad propia sin afectar derechos ajenos. Al mismo tiempo, tenemos la obligación de cuestionar, de verificar, aquellas informaciones de las que nos hacemos partícipes y difusores. Una conversación saludable en Internet fomenta nuestro bienestar digital como individuos y como sociedad.